Volver a contar historias ya contadas, reproducir acontecimientos ya producidos, volver a experimentar emociones ya experimentadas: estas son y han sido siempre las preocupaciones del teatro en todos los tiempos y en todos los lugares. Pero estas inquietudes están estrechamente conectadas con la dinámica particular de la puesta en escena: las historias que se elige contar, los cuerpos y otros materiales físicos que se utilizan para contarlas y los lugares donde las cuenta. Cada uno de esos elementos de la puesta en escena está compuesto por material "que ya hemos visto antes", y la memoria de ese material reciclado que se pasa a puestas nuevas contribuye a la riqueza y a la densidad de las operaciones del teatro en tanto espacio de memoria, personal y cultural. El eje de este libro es ese material y cómo los recuerdos que evoca han condicionado tanto el proceso de composición teatral como el de recepción en todo el mundo a lo largo de los siglos.