Todo es energía en distinto grado de manifestación. Esta frase, punta de iceberg para una interpretación del universo, puede resultar acertada para un acercamiento al camino de los números.Los seres humanos somos el cruce de infinitas coordenadas, y la numerología nos permite una aproximación a esa confluencia a través de una vía profunda y rápida. Nos muestra un atajo posible para llegar a nuestra esencia.Cuando Pitágoras en Grecia o Pacal Votán en América, por citar sólo 2 ejemplos, nos afirmaban que todo es número, Dios es número, y está en todas las cosas , nos aventuraban a la idea de que existe un lenguaje matemático que yace bajo la realidad visible, independientemente de que estemos a la altura de comprenderlo o no.La numerología, ya utilizada en las culturas egipcia, romana, china, griega y, por supuesto, en la sabia Kabaláh, viene a revelarnos en su lengua silenciosa y oculta un conocimiento que en principio puede resultar extraño a nuestra racionalidad, pero que conlleva la posibilidad de ampliar nuestra visión del universo. Es un idioma extranjero que nos habla de nosotros mismos.Estamos frente a un texto directo, preparado por profesionales que enseñan habitualmente estas reglas y que las han profundizado mucho más allá de lo que este libro expresa, precisamente para poder reflejarlas de manera básica.Será parte de nuestra oscuridad considerar a los números como dogmas inamovibles, cuando en realidad son tendencias a las que cada persona otorga su propia significación individual.Números como letras, y viceversa. ¿Por qué me llamo Darío y no Manuel? ¿Por qué nací el día en que nací y no otro? Procesar eficazmente esta información nos aporta más datos para conocernos y conocer más a quien tenemos al lado, extendiendo los límites de la mente.Es muy bienvenido entonces este ejercicio existencial en nuestra Colección, a través de un libro por demás accesible y clarificador.Darío Bermúdez