Que la cocina catalana está de moda es evidente, a la vez que su capital, Barcelona, se ha erigido como la nueva cuna de la gastronomía. Una ciudad donde las nuevas técnicas culinarias se abren paso de manera contundente y donde la calidad de sus restaurantes está sobradamente demostrada, como lo certifican las nueve Estrellas Michelin que distinguen a la ciudad condal. Sin embargo, no hay que olvidar el origen de la que es hoy una cocina venerada en todo el mundo. La escudella, el bacalao a la llauna, las mongetes con butifarra o el incomparable cap-i-pota conforman junto a otros platos los pilares de una gastronomía transmitida de padres a hijos y de abuelas a nietas que convive con la cabeza bien alta entre piruetas gastronómicas y cocina de laboratorio. En edificios históricos y en rincones deliciosos se esconden reductos de la cocina de toda la vida, la de sabores intensos y abundantes raciones. En este libro se recogen gran parte de los restaurantes con más solera de Barcelona, los centenarios, los clásicos o con voluntad de serlo, los históricos por su trayectoria o por la de sus estandartes, los imprescindibles de una ciudad cuna de grandes cocineros. Como ya hiciera en Sabores de Barcelona. 85 restaurantes, recetas y vinos para cada ocasión, la autora descubre la intrahistoria de cada uno de estos rincones de la gastronomía barcelonesa, explicando sus anécdotas y sus secretos culinarios. Asimismo, acompañando la historia de cada restaurante, una receta y un vino recomendados. De esta forma, no sólo se describe cómo es, y qué se respira y se come en cada local, sino que se muestra un ejemplo de su recetario, tan detallado como para reproducirlo en la cocina de casa. Cada restaurante está además clasificado no sólo por el precio medio y por el tipo de cocina, sino por ocasiones, una clasificación que orienta a los lectores a elegir el mejor local en cada momento. Y es que, en una ciudad con más de 10.000 establecimientos, no está de más dejarse guiar.