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EL TRATADO DE MEDICINA ZEN: CUENTOS CHINOS

ISBN: 9788496114821
En el año 1798, durante la República de Batavia, fueron confiscadas las propiedades del príncipe Guillermo V de Holanda. Obras de arte que hasta entonces habían estado guardadas en palacios dispersos por todo el país fueron reunidas en el palacio de Huis Ten Bosch en La Haya, origen del Rijkmuseum, y de la Biblioteca Real. En un primer inventario de carácter provisional aparece mencionado bajo el epígrafe de “Objeto de valor histórico” ... “un manuscrito oriental con estampas y caracteres chinos comprado en la testamentaría de Hendrick van Rutenburch”, sin especificar el número de estampas ni la fecha de su compra. No hay mención de la obra en ningún catálogo ni inventario posteriores al antes mencionado, hasta que el investigador Abraham Bredius comenta en sus apuntes, hacia 1884, la existencia de un tratado de medicina chino de curiosa procedencia en la Biblioteca Real de La Haya. La carencia de estampas en este segundo manuscrito dificulta la relación entre ambos textos, y no es hasta el año 1977 en que los profesores Walter Chang y Michael Brower, especialistas en arte y cultura china de la Universidad de Columbia, inician su tesis sobre “La presencia de elementos chinos en la cultura europea anterior al siglo XX”, cuando el tratado es investigado a fondo. Como Brower y Chang apuntan, se trata de la transcripción de un texto de evidentes orígenes en la transmisión oral. Su origen popular se ve claramente reflejado por la sencillez del lenguaje utilizado y su carácter reiterativo, cuya finalidad es facilitar su memorización así como su entendimiento. Por otro lado, la ausencia de divinidades tanto taoístas como budistas refleja la universalización de los relatos que probablemente cambiaban de deidades según la región en que se relataban o escenificaban, hasta que se suprimieron en un intento de evitar la confusión del oyente y, una vez más, facilitar su retención. En cuanto al transcriptor, según van Rutenburch era un monje de la secta chen, lo