En los comienzos del siglo XXI nos encontramos en un escenario en el que pululan mentes electrónicas, robots, animales artificiales patentados, replicantes, clónicos, transgénicos, trasplantados, extraterrestres, hombres virtuales, y quizá agonizantes espíritus de montañas y bosques, todos los cuales disuelven las fronteras cuidadosamente levantadas desde el siglo XVI o quizá desde el siglo V antes de Cristo entre lo natural, lo sobrenatural y lo antinatural, lo real y lo imaginario, lo humano y lo extrahumano, y nos obligan a dibujar otras nuevas para saber quiénes somos "nosotros", dónde vivimos, y quiénes son "ellos", los no humanos, cómo son y dónde viven. El cine posee unos recursos narrativos excepcionales para desplegar toda esa confusión e incertidumbre con una claridad y brillantez que permiten orientarse precisamente entre esa neblina, o al menos hay una serie de películas que nos ha parecido que lo facilitan, y son las que hemos elegido. En la mayoría de los casos se trata también de obras de literatura, novela o teatro, a partir de las cuales se ha hecho la versión cinematográfica, y hemos tenido en cuenta ambas versiones, la literaria y la cinematográfica. Tanto en el volumen I como en el II se ha mantenido la división en tres bloques temáticos. El primero estudia lo humano en el orden constitutivo u orden material, y en él se examina de qué está hecho lo humano y cómo lo está. En el segundo se estudia lo humano en el orden operativo sociocultural, y en él se analiza cómo se compone y se descompone lo humano en función de dinamismos sociales y culturales. En el tercero se estudia lo humano en el orden operativo moral, y en él se contempla cómo se enaltece o se deteriora lo humano en función de las propias acciones morales. Mas bien en el volumen primero la diferencia entre orden constitutivo, orden operativo social y cultural y orden operativo moral es más nítida, y en cambio en el segundo esos tres niveles aparecen más implicados entre sí. Todos los estudios se pueden aplicar