La mente es magnética y atrae hacia a sí misma cualquier cosa que decida con fundamento. A esa parte de la mente que utilizamos en nuestra vida diaria se la conoce como la mente objetiva, y la región en la que se lleva a cabo el pensamiento profundo ha sido calificada como mente subjetiva. La mente objetiva planea y la mente subjetiva trae las ideas a la superficie del pensamiento para convertir los planes en acción, para traerlos al mundo físico. La base de todas las religiones es la misma, ya sea que consideremos que la humanidad es un reflejo de Dios, un equivalente de los atributos de la Divinidad, o que fue creada a la propia imagen y semejanza de Dios. El conocimiento y el entendimiento de los Poderes de la mente subconsciente acerca a Dios a la humanidad, pues demuestra y evidencia los poderes que Dios nos ha dado. La Luz reveladora nos llega de esferas Divinas de Inteligencia Superior. Existen Órdenes Divinas de Seres que vigilan, guían y cuidan a la humanidad; que responden a sus peticiones y a su confianza y que revelan los misterios de Dios difundiendo el conocimiento de Él a todos los que lo buscan. El pensamiento concentrado atrae la ayuda y la fuerza de estos servidores. Si pedimos y buscamos, recibiremos y encontraremos.