Luis pide por su cumpleaños un oso muy grande. El padre va al bosque con un tarro de miel y le trae un oso real. Éste quiere hacer lo mismo que el oso de peluche del vecino y se suceden los desastres. Los padres deciden echarlo de casa. Esta vez son Luis y su vecino los que, con un tarro de miel, se dirigen al bosque.