No es una novela, sino una colección de relatos, de un carácter claramente erótico, pero que va más allá de la mera descripción de encuentros carnales, y atiende a sus raíces profundas de sentimientos y sensaciones. Es un libro para "lectores de mente abierta y libres de prejuicios" lo que ya nos pone sobre aviso de que se trata de temas comprometidos. Y así es, si consideramos que los relatos de "Amor y Placer" enfocan éstos desde cuatro perspectivas insólitas, que se han equiparado a cada uno de los ríos que, según el Génesis, regaban el Paraíso, y están magnífica y oníricamente plasmados en El Jardín de las Delicias del Bosco, que campea en la cubierta del libro. Fisón o Amor Liberal, más allá de la monogamia generalmente aceptada o impuesta, Gehón o Amor Mercenario, que supera la barrera de la transacción para convertirse en auténtico encuentro no sólo de pieles, sino también de almas, Tigris, o Amor Extremo, expresado bajo las paradójicas formas de la dominacion y la sumisión, Eufrates o Amor Trascendente, superando las barreras de la Vida, más allá de su inevitable final. Un erotismo que rinde culto a su etmología, y sin rehuir la descripción de sus prácticas, las supera y las trasciende. Un sexo explícito pero no grosero; crudo, pero no obsceno; radical, pero no pornográfico. Soprendente, paradójico e imprevisible, pero siempre fascinante, como el propio Eros.